LA ENTREVISTA DE VICE
ENTREVISTA Y FOTOS DE TOMOKAZU KOSUGA
Cada día y desde hace años, Japón exporta al mundo millones de toneladas de manga de todos los tipos, formas y colores. ¿Nos hemos cansado de aquello que una vez nos resultara excitante? Pues sí, oye. ¿Nos aburre incluso el hentai, ese subgénero del manga que pone énfasis en la pornografía, el snuff, la escatología, la muerte y las vomitonas? Lo creáis o no, bastante, sí. Esta maldita forma de arte lleva años reclamando a gritos la aparición de una fuerza que la rejuvenezca, y creemos haberla encontrado en un artista llamado Shintaro Kago.
Kago está tomando el formato de cómic manga y despanzurrándolo en pequeños fragmentos de extravagancia, autoreflexión y superzumbados experimentos formales. Se denomina a sí mismo kizou mangaka (“dibujante de manga bizarro” es la traducción más cercana con la que puedo dar) y su amplio rango de actividades incluye, además del dibujo, la realización de películas independientes y la producción de juguetes. Kago fabrica, pinta y vende figurillas de cuerpos mutilados, personas sin brazos y piernas, cagarros y bebés deformes. ¿Y sabéis qué? ¡No dejan de ser bastante majos!
